Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.

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Diego R. Suárez (* 1926)

• Diego nació el 11 de noviembre de 1926 en Cuba en una familia campesina.

• estudió en un liceo técnico y ello determinó su futura carrera.

• en 1944 Diego se fue a La Habana y allí consiguió su primer trabajo.

• su afición a la tecnología lo llevó a montar su propia fábrica para hacer maquinaria agrícola.

• después de la Revolución se convirtió en asesor del Instituto Agrícola y se reunió con Fidel Castro varias veces en persona.

• en 1961 partió con su familia a Estados Unidos.

• en los Estados Unidos continuó construyendo maquinaria agrícola.

• gracias a su buena posición social apoyó económicamente al exilio cubano.

• participó en la creación de varias fundaciones y colaboró monetariamente con proyectos que luchan por la libertad de Cuba.

• conoció a estadistas internacionales con quienes discutió sobre las posibilidades de establecer la libertad y la democracia en Cuba.

• sigue esperando que Cuba vuelva a ser un país libre al que sus nietos puedan regresar.

*** Český příběh následuje po španělském originále ***

Colaboración con el gobierno de Fidel Castro

Cuando Diego era más joven y aún era estudiante, creía que personas como Fidel Castro podían ayudar a Cuba. Provenía de una familia pobre y tenía fe en un futuro mejor. No le gustaba hablar demasiado de ese período, quizás porque pronto dejó atrás los ideales de Fidel Castro. Se reunió personalmente con Fidel Castro varias veces. Se trataba de reuniones de trabajo, o mejor dicho, consultas a las que Diego era invitado como asesor, ya que tenía un gran conocimiento sobre la agricultura y las máquinas. Esto sucedía en el marco del Instituto Nacional de Reforma Agraria. Si hoy le preguntas a Diego sobre Fidel Castro, no dirá nada halagador sobre él. Según su opinión, era una persona sin escrúpulos, que tenía pocos amigos y que fue escogido por la Unión Soviética como líder de la revolución cubana y, posteriormente, como la cabeza de toda la isla. “A Fidel Castro se le adoraba, se le quería incondicionalmente y no importaba lo que dijera, lo que hiciera y entonces empezó a hacer barbaridades”, reflexiona Diego. Sin embargo, después de todo lo que Diego vio y escuchó, decidió dejar Cuba. También advirtió a varios de sus amigos. Según él, nunca colaboró con el régimen, solo comerciaba con él, y si el régimen buscaba su consejo y ayuda, él simplemente aconsejaba y ayudaba.

Industria azucarera

Diego fue un empresario muy exitoso, especialmente en la industria azucarera. Sus fábricas producían máquinas para la cosecha y el procesamiento de la caña de azúcar. En aquel entonces, Cuba era el líder mundial en el cultivo de caña de azúcar, tenía un gran potencial y aún hoy sigue siendo uno de los principales productores. El gobierno cubano sabía que Diego era un gran experto en este campo, por lo que acudía a él no solo para cuestiones agrícolas, sino también cuando necesitaban adquirir maquinaria de gran tamaño para el transporte de otros equipos. Por lo tanto, existía un acuerdo beneficioso para ambas partes entre Diego y el gobierno cubano. “En Cuba éramos la corporación más importante en lo que a la industria azucarera se refería y ellos pues nos utilizaron. Prácticamente éramos unos asesores voluntarios y yo participé en algunas reuniones en el Instituto de Reforma Agraria como invitado, donde Fidel Castro las presidía y los otros comandantes de la revolución siendo yo joven y sin pertenecer al gobierno porque nunca pertenecí al gobierno”, narra Diego. Cuando Diego decidió emigrar a Estados Unidos, obtuvo el permiso no solo para él, sino también para toda su familia. Se marchó en el año 1961.

Trabajo en los Estados Unidos

Después de llegar a Estados Unidos, Diego era consciente de que tendría que empezar de nuevo en cierto sentido. Quería dedicarse a un trabajo similar al que hacía en Cuba, por lo que de inmediato comenzó a interesarse por fábricas que fabricaban maquinaria y diversos equipos técnicos. Tuvo suerte, pues encontró a una persona dispuesta a alquilarle una fábrica. El éxito no tardó en llegar, y Diego no solo fundó su propia empresa, sino que también patentó su primer invento. A partir de neumáticos en desuso de un determinado modelo de avión, comenzó a fabricar neumáticos para maquinaria agrícola. Pronto empezó a ganar mucho dinero, y con ello comenzó a pensar en cómo podría ayudar a su patria, la cual había decidido abandonar. Había muchas otras personas influyentes y exitosas de origen cubano en Estados Unidos y, al unir fuerzas, lograron varios éxitos. Aunque Diego ha vivido una vida plena y satisfactoria en EE. UU., nunca dejó de pensar en Cuba y lamenta que probablemente nunca podrá regresar a su hogar. Sin embargo, no pierde la esperanza y confía en que, si no él, al menos sus hijos o sus nietos podrán volver algún día a su tierra natal. Al recordar el pasado, Diego con frecuencia regresaba a la historia y explicaba las circunstancias de la Revolución Cubana, pues consideraba que fue un gran punto de inflexión, no solo político, sino sobre todo social. Las promesas de Fidel Castro pronto se revelaron como falsas y bien calculadas, ya que manipuló la realidad y sus planes según fuera necesario y conveniente en cada momento.

Creación de la Fundación, Radio Martí y Televisión Martí

Diego nunca renunció a la idea de una Cuba democrática y libre. Era exitoso, tenía influencia, conexiones y también dinero. Su buena situación económica era crucial, ya que permitió a los miembros de la recién fundada fundación visitar a numerosos líderes mundiales y hablar con ellos sobre la libertad de Cuba y la posible ayuda a un país en crisis. En 1979, Jorge Mas Canosa asumió la presidencia de la Fundación Nacional Cubano-Americana. Logró llevar el tema de la tiranía cubana hasta Washington y obtener el apoyo de Norteamérica. En este contexto, Diego comparaba la situación cubana con el desarrollo actual en Venezuela, con la única diferencia de que, en la era de los medios de comunicación y las redes sociales, hoy en día se sabe de inmediato lo que sucede en cualquier parte del mundo. Cuba, en cambio, estuvo completamente aislada desde 1970, y no se conocía nada sobre lo que ocurría en la isla. Personas como Jorge y Diego dedicaron enormes esfuerzos, tiempo, dinero y energía para informar al mundo sobre los horrores que ocurrían en la isla, incluyendo todo lo que su pueblo debía soportar. Una de las empresas de Diego incluso proporcionó un avión a la fundación, lo que les permitió visitar a casi todos los líderes mundiales. Gracias a estos esfuerzos, se logró la creación de Radio Martí y, más tarde, en 1990, del canal de televisión Martí, ambos dedicados a la situación en Cuba. “El primer proyecto que se hizo fue establecer Radio Martí porque sabíamos que lo más importante era transmitir la verdad de la democracia y cómo se vive en libertad porque las nuevas generaciones que estaban ya adoctrinando en Cuba no sabía absolutamente nada de libertad y simplemente tenían los programas de adoctrinamiento que les daba la tiranía castro-comunista”, explica Diego. Jorge Mas Canosa falleció en 1997 y, tras algunas disputas internas, surgió una nueva organización: la Fundación Empire América. Sin embargo, los cambios en el papel no significaron un cambio en la lucha ni en la manera de pensar. Diego sigue creyendo que, algún día, Cuba será un estado democrático y libre, y que, al igual que otras naciones poscomunistas que hoy son exitosas, volverá a prosperar.

“Estoy absolutamente seguro de que la democracia y la libertad vuelve a Cuba porque lo único que no consiguió Fidel Castro es que pensó que mientras más cubanos desterraba, menos enemigo iba a tener dentro de la isla. Y sucedió todo lo contrario. Mientras más cubanos salieron al destierro, más cubanos conspiraron, más cubanos crearon conciencia con una vocación de patria enorme porque todos queremos regresar a la patria. Aún después de medio siglo, ahorita estamos llegando casi a 60 años. Han sido cuatro generaciones las que han pasado. Pero supimos que nuestros hijos en el exilio, en donde están nuestras raíces cubanas, nuestra patria, nuestras tradiciones y así las nuevas generaciones nuestras en Estados Unidos y también las nuevas generaciones en Cuba se han dado cuenta de que en definitiva hace falta libertad para que venga la prosperidad económica. No puede venir prosperidad económica sin libertad”, concluye Diego.

*** Česká verze ***

Spolupráce s vládou Fidela Castra

Když byl Diego mladší a byl ještě studentem, věřil, že lidé jako Fidel Castro mohou Kubě pomoci. Pocházel z chudé rodiny a věřil v lepší budoucnost. Příliš o tomto období nechtěl mluvit, možná proto, že brzy z ideálů Fidela Castra vyrostl. Několikrát se osobně s Fidelem Castrem setkal. Šlo o pracovní schůzky, lépe řečeno porady, na které byl Diego zván jako poradce, protože zemědělství a strojům velmi dobře rozuměl. Dělo se tak v rámci Národního Institutu pro Agrární Reformu. Pokud se Diega zeptáte na Fidela Castra dnes, neřekne vám o něm nic lichotivého. Dle jeho názoru to byl člověk, který se ničeho neštítil, neměl mnoho přátel a byl osobou, kterou si Sovětský svaz vybral za lídra kubánské revoluce a později za hlavu celého ostrova. „Fidela Castra lidé zbožňovali, bezpodmínečně ho milovali a nezáleželo na tom, co říkal nebo co dělal, a tehdy začal páchat zvěrstva,“ zamýšlí se Diego. Ovšem po tom všem, co Diego viděl a slyšel, se rozhodl z Kuby odjet. Varoval také několik svých přátel. Dle jeho slov s režimem nikdy nespolupracoval, pouze s ním obchodoval, a pokud stál režim o jeho rady a pomoc, poradil a pomohl.

Cukrovarnický průmysl

Diego byl velice úspěšným podnikatelem, zejména v rámci cukrovarnického průmyslu. Jeho závody vyráběly stroje na sklizeň a další zpracování cukrové třtiny. Kuba byla v tehdejší době světovým číslem jedna v pěstování cukrové třtiny, měla velký potenciál a stále patří k jejím předním producentům. Kubánská vláda věděla, že je Diego v tomto oboru velkým znalcem, a proto se na něj obracela nejen s otázkami ohledně zemědělství, ale také v případě potřeby pořízení větších strojů na transport jiných zařízení. „Na Kubě jsme byli nejvýznamnější korporací v oblasti cukrovarnického průmyslu a oni nás využili. Prakticky jsme byli dobrovolnými poradci a já jsem se jako host zúčastnil několika schůzek v Institutu pro agrární reformu, které vedl Fidel Castro a další velitelé revoluce. Byl jsem tehdy mladý a nepatřil jsem k vládě, protože jsem nikdy nebyl její součástí,“ vypráví Diego. Mezi Diegem a kubánskou vládou tedy fungovala dohoda výhodná pro obě dvě strany. Když se Diego rozhodl odejít do USA, dostal nejen pro sebe, ale pro celou rodinu povolení. Odešel v roce 1961.

Práce v USA

Po příchodu do USA si byl Diego vědom toho, že bude muset začít částečně od začátku. Chtěl se věnovat podobné práci jako na Kubě, a tak se ihned zajímal o továrny, které vyrábějí stroje a různá technická zařízení. Měl štěstí, narazil na člověka, který byl ochotný mu jednu fabriku pronajmout. Úspěch na sebe nenechal dlouho čekat a Diego si založil nejen firmu, ale nechal si patentovat svůj první vynález. Z nepoužívaných pneumatik jednoho typu letadla začal vyrábět pneumatiky na zemědělské stroje. Začal vydělávat velké peníze, a tak začal pomýšlet i na to, jak by mohl pomoci vlasti, kterou se rozhodl opustit. Vlivných a úspěšných kubánských osob bylo v USA více, a když spojily své síly, zaznamenaly několik úspěchů. Ačkoli Diego prožívá v USA spokojený život, nikdy nepřestal myslet na Kubu a je mu líto, že se zřejmě už nikdy nebude moci vrátit domů. Snahu ale nevzdává a doufá, že když ne jeho děti, tak snad jeho vnoučata se do své vlasti budou moci vrátit. Během vzpomínání se často vracel do historie, k vysvětlování okolností kubánské revoluce, protože právě v tom vidí velký zlom nejen politický, ale zejména společenský. Sliby Fidela Castra se brzy ukázaly být lživé a dobře promyšlené, protože skutečnost i plány manipuloval tak, jak bylo nutné a jak to přišlo vhod.

Založení nadace, Radia Martí a Televize Martí

Diego se nikdy nevzdal myšlenky na demokratickou a svobodnou Kubu. Byl úspěšný, měl vliv, známosti a také peníze. Právě dobrá ekonomická situace byla důležitá, protože umožnila lidem z nově založené nadace navštívit mnoho světových státníků a hovořit s nimi o svobodě Kuby a o případné pomoci zemi v nouzi. Do čela Národní americko-kubánské nadace se v roce 1979 dostal Jorge Mas Canosa. Podařilo se mu s tématem kubánské tiranie dostat až do Washingtonu k získání podpory Severní Ameriky. V této souvislosti srovnával Diego kubánskou situaci se současným vývojem ve Venezuele, jen s tím rozdílem, že v době dnešních médií a sociálních sítí se ihned ví, co se kde děje. Kuba byla od roku 1970 v kompletní izolaci a nevědělo se nic. Lidé jako Jorge a Diego vynaložili mnoho úsilí, času, financí a energie na to, aby svět informovali o hrůzách, které se na ostrově dějí, včetně toho, co všechno lidé musí vytrpět. Jedna z Diegových společností dokonce propůjčila nadaci letadlo, díky němuž navštívili téměř všechny světové státníky. Podařilo se založit rádio Martí a později v roce 1990 také televizní kanál Martí, které se situaci na Kubě věnují. „Prvním projektem, který se uskutečnil, bylo založení rádia Martí, protože jsme věděli, že nejdůležitější je šířit pravdu o demokracii a o tom, jak se žije ve svobodě. Nové generace, které už byly na Kubě indoktrinovány, totiž nevěděly absolutně nic o svobodě a měly pouze programy indoktrinace, které jim poskytovala castro-komunistická tyranie,“ vysvětluje Diego. Jorge Más Canosa v roce 1997 zemřel a po vnitřních neshodách vznikla nadace nová, Nadace Empire América. Změny na papíře ale neznamenají změny ve snaze a uvažování. Diego věří, že Kuba bude jednou svobodným demokratickým státem a po vzoru jiných dnes úspěšných postkomunistických zemí bude i ona opět prosperovat.

„Jsem naprosto přesvědčen, že demokracie a svoboda se do Kuby vrátí, protože jediné, co se Fidelu Castrovi nepodařilo, bylo to, že si myslel, že čím více Kubánců vyžene do exilu, tím méně nepřátel bude mít na ostrově. A stalo se přesně opačně. Čím více Kubánců odešlo do exilu, tím více Kubánců začalo konspirovat, tím více Kubánců si uvědomilo svou obrovskou oddanost vlasti, protože všichni se chceme vrátit do své země. I po půl století, nyní už téměř po 60 letech, uplynuly čtyři generace. Ale víme, že naše děti v exilu, kde leží naše kubánské kořeny, naše vlast a naše tradice, stejně jako nové generace Kubánců ve Spojených státech i na samotné Kubě, si uvědomily, že k dosažení ekonomické prosperity je nezbytná svoboda. Ekonomická prosperita nemůže přijít bez svobody,“ zdůrazňuje na závěr Diego.