Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.

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José Manuel González Rubines ()

Creo que la gente que vive en democracia tiene que saber lo que implica vivir en dictadura para poder valorar realmente lo que tiene

  • • Orígenes y Juventud: Nació el 3 de marzo de 1994 en Los Palos, Mayabeque. Describe su infancia y juventud como „absolutamente feliz“, criado en una familia tradicional y con sus abuelos, uno de los cuales fue preso político. • Vida Universitaria y Profesional: Estudió periodismo en la Universidad de La Habana. Tras graduarse, se convirtió en profesor en la misma facultad. Su vida cambió significativamente cuando, un año después, comenzó a colaborar con medios de comunicación independientes. • Inicio en el Periodismo Independiente: Su postura inicial era „reformista“, con la esperanza de una transición democrática desde dentro del sistema. Sin embargo, su perspectiva se radicalizó con el tiempo, especialmente antes y después de las protestas del 11 de julio de 2021. • Primeros Actos de Represión: La represión comenzó de forma sutil, con „consejos“ de personas cercanas. Escaló a presiones institucionales. Un artículo suyo titulado „La hoguera de San Isidro“ provocó que el Comité Central del Partido Comunista contactara a la universidad y que la decana le pidiera retractarse. Incluso se le amenazó con un programa difamatorio en la televisión estatal. • Escalada de la Represión (Post 11J): Tras las protestas del 11 de julio, publicó otro artículo, „El incendio de San Antonio“. A partir de ahí, la represión se intensificó con múltiples citaciones e interrogatorios por parte de la Seguridad del Estado, bloqueo de su línea telefónica y un acoso constante que describe como psicológicamente agotador. • Amenazas a la Familia: La represión llegó a su punto más crítico cuando agentes de la Seguridad del Estado visitaron a sus padres en su pueblo para amenazarlos, inventando que él tenía conocimiento de una „operación militar a gran escala“ contra Cuba. • Infiltración en „La Joven Cuba“: El director del medio independiente „La Joven Cuba“, donde él trabajaba, fue „reactivado“ por la Seguridad del Estado y se le dio la tarea de desmantelar el proyecto desde dentro, principalmente expulsando a su colega Alina Bárbara López Hernández. • Fundación de „Cuba por Cuba“: Tras la expulsión de su colega y la confirmación de la infiltración, él renunció. Junto con el 95% del equipo, fundaron un nuevo medio llamado „Cuba por Cuba“, que fue bloqueado por el régimen 21 días después de su lanzamiento. • Salida de Cuba y Represión Final: Antes de viajar a España para su maestría, fue obligado a firmar un documento comprometiéndose a no vincularse con proyectos „contrarrevolucionarios“. El último episodio de acoso ocurrió a finales de 2022, cuando fue seguido visiblemente por agentes mientras daba un recorrido por La Habana al nuevo cónsul de la República Checa. • Visión sobre el Presente y Futuro de Cuba: Describe el presente como „absolutamente oscuro“, con una profunda crisis económica, social y espiritual. Señala la creciente violencia y el retroceso civilizatorio. Sin embargo, mantiene una pequeña esperanza gracias a los actos de solidaridad que aún persisten entre los cubanos y a la existencia de una diáspora preparada. • Motivación para Testimoniar: Participa en el proyecto para que las personas en democracias valoren su libertad, entendiendo lo que significa vivir bajo una dictadura. Sostiene que el mal y la represión no deben ser relativizados y que incluso las formas „menores“ de acoso son parte de un sistema violento que afecta a toda la sociedad.

Transcripción de la entrevista José Manuel González Rubines

Entrevistadora: (00:54) ¿En qué lugar de Cuba y cuál es tu fecha de nacimiento? ¿Naciste?

Entrevistado: (00:57) Yo nací el 3 de marzo de 1994 en Los Palos, eh, un pueblo de alrededor de 6,000 habitantes en el municipio de Nueva Paz, que es el último municipio del sur oriental de Mayabeque, o sea, en el límite con Matanzas, costero, en la costa sur.

Entrevistadora: (01:14) ¿Y cómo recuerdas tu tu infancia y tu juventud en Cuba?

Entrevistado: (01:19) Absolutamente feliz. Fui un niño absolutamente feliz. Nací en la familia con un diseño completamente tradicional, o sea, la clásica familia eh del interior. Eh, mis padres que están juntos, vivía con mis abuelos además, lo cual fue un pilar importante en mi formación porque eh, criarse con personas mayores da un conjunto de valores y de visiones de la vida diferentes. Es muy común en el, sobre todo en entornos rurales de Cuba. Eh, no sé, yo me crié con mis abuelos, con mis cuatro abuelos, eh que vivieron además hasta mi adultez. El único abuelo mío que ha fallecido, falleció hace solo un par de años. Entonces mi infancia fue absolutamente feliz, una infancia la infancia normal de cualquier niño del campo cubano, en una familia con cierta solvencia económica que me permitió también disfrutar de alguna comodidad.

Entrevistadora: (02:18) ¿Y cómo describirías tu vida cotidiana en Cuba antes de de emigrar?

Entrevistado: (02:24) Bueno, yo tendría que hacer un un parteaguas en en esa descripción, eh, porque la vida cotidiana allá en algún momento, una vida absolutamente normal. Por ejemplo, yo fui estudiante en la Universidad de La Habana de periodismo y y fue la vida normal de un estudiante, estaba rentado en La Habana, salía de fiesta, tenía amigos, normal. Eh, cuando me gradué en la universidad me quedé dando clases en la universidad y al poco tiempo, quizás al año de estar dando clases, pues empiezo en los medios independientes. Ahí entonces es que tengo que hacer eh una marca, o sea, hay un un antes y un después. Eh, porque la la vida tranquila de la persona que tiene opiniones políticas pero que las manifiesta solo entre su círculo íntimo o quizás en algún evento o algo así, pero bueno, que no lo que no lo escribe, no lo publica, no participa de de, digamos que, del debate público, es muy distinta una una de otra, ¿no? Entonces, cuando yo empecé en los medios independientes, eh, que debo reconocer que en algún momento empecé con una teniendo una postura de lo que se diría ahora un poco reformista, yo nunca he sido nunca he sido eh afín al gobierno ni nada de eso, además por una cuestión de de crianza familiar, mi abuelo, con el que me crié, fue preso político, o sea, lo tenía muy cerca en la familia, pero me parecía también que el camino más más práctico y menos tortuoso para una transición democrática en Cuba era, no sé, quizás lo que sucedió aquí mismo en España, o sea, una una transición que tuviera su que naciera desde dentro del régimen y eh que cambiara todo toda la la estructura política, la sociedad y demás. Yo pensé que esa era la el modelo de transición y pensé que además estaba creada, pensé como lo pensó mucha gente también, ¿no?, que estaba creada en Cuba la la situación propicia para que eso sucediera. Entonces, o sea, si si yo releo ahora mis textos del inicio, mi postura ha cambiado muchísimo, del mismo modo que cambió también la realidad de Cuba. O sea, yo empecé a participar del debate público antes, por ejemplo, del 11 de julio. Eh, lo cual lo cual es algo importante porque el 11 de julio marcó un antes y un después. El 11 de julio es el momento en que definitivamente, si a alguien le quedaba duda de que la transición no iba a ser como se pensaba que iba a ser, sino de otro modo que todavía no sabemos cómo será, eh el 11 de julio fue como, mira, ya no no tengas ninguna duda. Entonces, eh a tu pregunta, volviendo a al inicio, pues hay que hay que hacer un parteaguas entre eh el momento antes de tener una proyección política pública y después de tener una proyección política pública.

Entrevistadora: (05:22) ¿Tuviste algún tipo de episodio, algún tipo de represión por tus opiniones políticas o por tu actividad como periodista independiente?

Entrevistado: (05:33) Sí, muchísimas. Yo realmente eh no lo he contado en en público nunca, porque siempre me ha parecido que tener una postura discreta en torno es mejor, no sé. Siempre he pensado que es parte de la vida privada, eh cuando de hecho no lo es tanto, pero bueno, no no nunca nunca he hecho eh declaraciones ni he contado el testimonio de de qué fue ese proceso de represión. Ese mi proceso empezó como los procesos de todo el mundo. O sea, los procesos, ese tipo de procesos por lo general comienzan enviándote a alguien cercano, alguien de tu entorno, que viene en son de consejo. Eh, „mira, deberías pensar lo que estás haciendo, no sé qué“. Entonces, eso eso va escalando, porque por lo general, esa persona que lo hace no lo hace nunca desde una postura de autoridad, o sea, no no lo hace como, „yo soy tu jefe y vengo a decirte“ o o algo así, sino por lo general te manda un amigo, alguien que en una escala jerárquica esté igual que tú. „Oye, mira, esto sucede, no sé qué“. Después ya escalan entonces en la estructura, primeramente escalan en la estructura institucional y entonces te envían a tu jefe. A mí, o sea, a mí me pasó por todos, por todas las etapas de este de este asunto. Eh, en algún momento antes del 11 de julio, yo recuerdo que yo escribí un texto que se llamaba „La hoguera de San Isidro“, fue a raíz de uno de los muchísimos actos represivos que sufrieron las personas del Movimiento San Isidro, y yo hacía en ese texto un análisis de eh lo que potencialmente podía suceder dada la situación que había en San Isidro, a partir de un de un análisis que había, eh una investigación que había publicado, si mal no recuerdo, la Universidad de Harvard, eh en la que analizaban los movimientos de lucha no violenta del siglo XX y, básicamente, la el resultado de la investigación era cuánta gente hacía falta para derrocar un gobierno. O sea, eh cuánta gente necesitaba una manifestación sostenida para derrocar un gobierno. Al final, la gente que necesitaba una manifestación sostenida para derrocar el gobierno cubano es, no sé, la población de Centro Habana. Y entonces, a partir de de esa investigación que que había hecho una universidad norteamericana, repito, creo que fue Harvard, pero no podría asegurarlo, eh yo pues eh analizo la situación que finalmente es lo que sucedió el 11 de julio. Bueno, pues aquel aquel texto, que no sé, pudo haber salido quizás unos cuatro meses antes, tres, cuatro meses antes, aquel texto generó que incluso el Comité Central del partido llamara a llamar a la Facultad de Comunicación, donde yo era profesor. Eh, la decana me llamó varias veces para que yo me retractara y le digo, „Pero no me tengo que retractar de nada“. O sea, yo, „No, porque estás haciendo una apología del Movimiento San Isidro“. „No, no, eso es falso“. Yo realmente no estaba haciendo ni una crítica ni una apología, yo estaba haciendo un análisis objetivo porque, o sea, yo no conocía suficientemente el Movimiento San Isidro como para poder ser un apologeta del movimiento. Eh, había cosas que no me gustaban, como de hecho siguen teniendo cosas que no me que no me agradan en la actualidad. Eh, tampoco estaba haciendo críticas, simplemente estaba eh pues haciendo un análisis objetivo a partir de los datos que había arrojado una investigación que había hecho una universidad prestigiosa norteamericana. Entonces, me llamó la la decana en más de una ocasión para que yo me retractara. Eh, e incluso supe por terceras personas que, porque además eso eso generó que en redes sociales y en todos los medios estos de ellos, pues escribieran cosas sobre mí y un montón de cosas. Eh, y en algún momento incluso me dijeron, en aquel en aquel entonces estaba en su punto álgido el famoso e infame programa de Humberto López, en el que sacaban opositores y no sé qué, entonces me dijeron que me estaban me tenían preparado un programa. O sea, que no solo a mí, sino que tenían preparado un programa con aquel aquel tema del famoso texto aquel que se llamaba, te repito, „La hoguera de San Isidro“. Eso generó que en mi casa, donde yo vivía con dos ancianos de más de 80 años, nosotros estuviéramos más de una semana sin poner la televisión, porque que ellos vieran en la televisión que estaban haciendo ese ataque, ellos, por supuesto, estaban ajenos a lo que estaba sucediendo, porque ellos no tienen redes sociales ni nada de eso, pero bueno, en la televisión sí veían tradicionalmente el noticiero y eso generó una situación de muchísimo estrés en la casa. Finalmente no no sucedió esto, no sucedió, después lo supe, porque sucedió algo más, o sea, fue algo que solapó, esto estaba preparado y sucedió algo que solapó esto y entonces, eh bueno, pues no no hicieron el el programa. Tiempo después, no sé, para haber sido dos, tres meses, sucede el 11 de julio y entonces yo publico el 12 de julio un texto, o sea, que que que le escribí, que le pongo, yo no soy nada pirómano ni mucho menos, pero le puse „El incendio de San Antonio“, o sea, „La hoguera de San Isidro“ y lo otro fue „El incendio de San Antonio“, en San Antonio de los Baños, donde comenzaron el eh las las protestas. Entonces, eh donde básicamente digo, „A ver, se veía venir, el que no lo vio venir fue porque no quiso, ¿eh?“. Yo lo lo dije hace tres meses y hay mucha gente que lo está diciendo hace mucho tiempo que algo así iba a pasar. De hecho, cuando me encuentro con la decana después del del 11 de julio, eh, ella viene, me saluda y le digo, „Bueno, espero por mi diploma, ¿eh?“. „¿Qué diploma?“. „Digo, mi diploma por haberme adelantado a los acontecimientos y usted me pedía que me retractara“. Si se fija, eh, no tenía que retractarme de nada porque lo que dije era completamente cierto. Ella me dijo, „No, si tú no sabes los dolores de cabeza que a mí me que a mí me dieron eso, que a mí me dio ese ese asunto“. Bueno, esto, digamos que, fue un estadio inicial de represión. En algún momento eso se acabó, o sea, ese, digamos que, ese coqueteo institucional represivo, que es como la forma más suave de reprimir, terminó en algún momento y eh ellos pasaron a un segundo a un segundo nivel en el que ya directamente me citó en varias ocasiones la Seguridad del Estado. Eh, en varias, no sé cuántas fueron, pero como una pila, era ya como que se convirtió se convirtió en una especie de moda cada vez que sucedía algo, ellos te llamaran. Ellos me bloquearon el teléfono, o sea, yo no tuve acceso a internet por mucho tiempo, tuve que buscarme otra línea, no tuve acceso a internet por mucho tiempo. Ellos eh te llamaban, no sé, te podían llamar un domingo a las 9 de la noche, eh, o sea, a cada rato el teléfono tenía llamadas perdidas de números desconocidos. Eh, y y sobre todo lo más lo más terrible de este tema es de los interrogatorios. Eh, cuando uno cuando uno escucha las los testimonios de mujeres que han sido violadas por hombres, siempre escucha que la mujer termina sintiéndose sucia y avergonzada, como si fuera culpable, es como un proceso de revictimización, ¿no? Eh, porque que es algo interno. Bueno, pues esto se siente igual. Esto este este suceso se siente igual. Yo no fui nunca a ninguna estación de policía porque no lo acepté. Yo dije que no, que a mí si me querían llevar a una estación de policía me tenían que llevar una orden, que no. Ellos siempre me me interrogaron en en la facultad. Y era muy desagradable después salir del lugar donde te habían interrogado, que podía ser el decanato, porque además la facultad se prestaba absolutamente para este tipo de cosas, eh el decano prestaba el decanato, prestaba cualquier espacio, eso no era un problema. Ese ese era el feudo de la Seguridad del Estado, como es todo el país. Eh, y salir después de haber tenido que que enfrentar a un a una situación tan francamente desagradable, eh y tengo, o sea, podría contarte anécdotas de cada una de estas de estas episodios. Después de salir de estas cosas, uno se siente tan mal, uno se siente sucio, o sea, es como, ¿qué ha pasado aquí? Esto realmente es muy acosado. Sí, acosado, eh porque te sientes amenazado. Ellos, yo tengo que decir, yo tengo que decir que en mi caso, ellos eh a mí nunca me agredieron, ellos nunca fueron físicamente violentos, pero no importa, o sea, siempre siempre hay una amenaza velada, siempre está el tono este de guapo de barrio, muy realmente es una cosa muy muy muy desagradable. Además, es desagradable desde el momento en que tú tienes que darle cuentas a una persona por las cosas que dices. O sea, eh yo, „¿y por qué dijo tal cosa? ¿Y usted qué cree de tal?“. Entonces, esas son cosas muy, muy, muy desagradables. Y que y que marcan. Exacto, eh marcan, además marcan lugares, porque ya donde te pasa eso es como que ya es como un lugar que queda marcado. Además te das cuenta, por supuesto, te das cuenta cuando sales de eso, mientras estás en eso no te das tanta cuenta, pero cuando sales de eso, te das cuenta que estabas en una espiral ahí que es como radioactivo, o sea, es una cosa que te hace sentir realmente mal, te quita todas las energías positivas que puedas tener, te quita las ganas de, además te pasas el día entero pendiente que va a sonar el teléfono, y si suena el teléfono y no quieres que la familia vea que suena el teléfono y que son ellos. Eh, cosas así. O sea, realmente es un proceso muy desagradable que en mi caso eh tuvo, digamos que, su que una de sus cumbres cuando ellos en pleno en plena crisis del combustible, o sea, las muchas crisis de combustible que había allá, pero en una de las primeras, eh ellos fueron hasta hasta el pueblo donde vivían mis padres, que está a 80 km de La Habana. Ellos fueron a amenazar a mi familia. Un día además en el que ellos sabían que yo no estaba. O sea, ellos fueron allá, ellos fueron a mi casa sabiendo que yo no estaba. Yo estaba en La Habana y ellos lo sabían porque además ese día yo tenía clases, o sea, yo era un profesor, daba clases ese día. Ellos sabían que yo estaba en La Habana y ellos fueron hasta mi casa, que fueron los mismos además que me interrogaban habitualmente, que eran dos personas absolutamente despreciables, porque ellos también tienen distintos tipos, ¿no? Además, además de la dinámica de policía bueno y policía malo, está también la dinámica del tipo inteligente y el tipo nada inteligente. En algún momento a mí me tocó alguno que sí que sí se veía en medio de todo su indecencia, era una persona que, como decimos en Cuba, tenía dos dedos de frente, pero después te tocaban otros que te das cuenta que son personas absolutamente ignorantes. Ignorantes. Además, personas sin ningún tipo de eh asidero ideológico. O sea, esa gente, esa gente no está, además, esa gente no va a interrogarte, no te reprime, no te da dos, no te da eh un golpe, no te lleva preso porque ellos crean en un proyecto ideológico, porque ellos crean en la revolución, que es como ellos dicen. Ellos no ellos no creen en nada. Esa gente es la gente que mañana el Partido Comunista dice que ya no es más comunista y que va a ser un partido neoliberal, eh de derecha libertaria, y esa gente igual se va a prestar a reprimir porque son sicarios, o sea, pueden también ser los sicarios de un narcotraficante, o sea, es la la raíz de su del mal y la raíz de su violencia es la misma. Entonces, ellos se fueron a se fueron a mi casa, donde como te digo, vivían dos personas de la tercera edad, mi mamá, que es una mujer de 60 años, mi abuelo y mi papá, gente que no tiene nada que ver con política, porque en mi familia tuvo que ver con política en los 60, cuando mi abuelo fue preso político, y ya después no tuvo ningún tipo de proyección ni mucho menos. Eh, fueron a la casa en un momento además absolutamente delicado, porque era mi abuelo estaba ya en una fase terminal, de hecho murió dos semanas después, o sea, en casa estábamos viviendo ese proceso, y mi mamá no me lo quiso decir que ellos habían ido hasta que yo no regresé el fin de semana. Y cuando regresé me encuentro que la casa está, o sea, parecía de luto, y bueno, pues me cuentan que habían ido allí, que habían estado allí y que les habían dicho, además, las cosas más imbéciles que se le pueden decir a una persona, porque les dijeron cosas que eran ciertas, no sé, por ejemplo, a ellos les preocupaba mucho que yo tuviera eh relaciones con el cuerpo diplomático. No no entiendo qué puede ser eso, qué tiene eso de terrible, pero bueno. Y eso, eso es cierto, yo tenía muchas, tengo muchas relaciones, sobre todo con el grupo diplomático europeo, eh, lo cual no es malo ni es delito en ningún lugar del mundo, porque además el cuerpo diplomático aquí en Madrid tiene relaciones con eh intelectuales de Madrid, con profesores, con personas a las que a las que desean tenerlas, es parte del ejercicio de la diplomacia. Entonces, ellos le dijeron eso, pero no solo se quedaron ahí, le dijeron también que eh yo era una persona, entre las muchas cosas que dijeron, era una persona muy informada y que yo tenía conocimiento de una operación militar a gran escala que se estaba preparando contra Cuba en Estados Unidos. O sea, una cosa así, una cosa así de una de una estupidez, una estupidez absoluta. Y y entre las cosas que dijeron, una fue esa, o sea, una fue esa. Entonces, como te decía, es gente es gente tan, por un lado, tan vacía en cuanto en cuanto a lo intelectual y a lo espiritual, y por otro lado, es una gente, son personas tan llenas de maldad que no les interesa, o sea, no no les interesa el el efecto que puede causar en una familia algo como esto, porque además ellos van también a la, ellos fueron a mi casa en son de buenos. „No, nosotros venimos a alertar, porque mira, está pasando, no sé qué“. Entonces, esa esa fue la manera en la que en la que procedieron. Después, eh cuando me vieron ellos, cuando ellos me me interrogaron, no sé, creo que a la otra semana, ellos negaron todo lo que habían dicho. „Nosotros le dijimos a mi familia que yo que ellos tenían conocimiento de una operación militar norteamericana“. Digo, „¿Pero qué es eso? Si yo, además, en aquel entonces, en aquel entonces era completamente cierto, yo no conocía a ningún diplomático norteamericano, a ninguno. Además, yo que yo no tengo absolutamente nada que ver con el mundo militar porque yo ni siquiera hice servicio militar. Nada que ver con eso tengo yo. Con otras cosas quizás sí, pero con esa, nada que ver“. Y „No, no, nosotros no dijimos eso, nosotros no dijimos eso, nosotros somos incapaces. Mira a ver que eso lo están inventando tus padres. Yo le voy a escribir, yo le voy a escribir a tus padres porque yo yo mantengo contacto con ellos, nosotros, nosotros nos escribimos asiduamente“, cosa que, o sea, incluso intentan sembrar esa duda, que en mi caso fue absolutamente eh infértil porque yo conozco perfectamente a mis padres, conozco quiénes son, qué qué qué tipo de relación pueden tener mis padres con con un sicario descerebrado como es como ese. Pero bueno, ellos hacen el intento, ¿no? Entonces, como para desestabilizar también el ámbito familiar. Sí, exacto, porque al final ellos lo que intentan es desestabilizar el ámbito familiar, ellos van y te intentan desestabilizar el ámbito laboral. Por ejemplo, empiezan a, porque al final, al final cuando ellos, por ejemplo, no sé, si tú eres un jefe de departamento, o eres un jefe de disciplina o algo así, y tú tienes un profesor al que constantemente están llamando la atención, „mira lo que escribió fulano, mira lo que fulano dijo, préstenos el decanato que vamos a interrogar a fulano“. O sea, eso te crea, te crea inevitablemente, por mucho prestigio que tú tengas en en tu trabajo, eso te crea un ambiente muy tóxico, porque además tú estás molestando con tu ejercicio, estás molestando a otra persona. De hecho, a mí una de las personas que me llamó fue mi jefa de departamento en aquel entonces, eh que vino a internacionalizar la revolución y está aquí en en España. O sea, de pronto se escapó de allá y vino para acá. Eh, y una de las que me llamó a pedirme cuentas por lo que yo estaba haciendo era era esa persona, que al final, como todos, son muy hipócritas y son muy incoherentes. Claro, una hipocresía. Son muy hipócritas y muy incoherentes. ¿Por qué no está ahí defendiendo la revolución? ¿Por qué no está ahí? ¿Por qué no está allí y y ahora en el en el desfile del Primero de Mayo, por qué no va al desfile del Primero de Mayo? Entonces, pero no, viene para acá, viene para acá. Ella se encontró el otro día, hace hace unos meses conmigo, y la pobre, parece que tuvo un episodio de amnesia, no se acordaba de nada. Eh, nada, „eso no pasó“, es como la canción esa de „si no me acuerdo no pasó“, bueno, pues a ella le sucedió. Entonces, ese tipo de cosas te genera además una una situación muy incómoda en la en la facultad. Eh, en tu centro de trabajo en el sentido general. Entonces, ellos lo que intentan es hacer eso, ir minando tus espacios, eh en un lugar, en otro, intentan minar el de la familia y cosas así. Eh, yo tuve también, yo viví también un un episodio de represión muy peculiar, que quizás no lo han vivido personas que están en otros medios independientes porque el medio independiente en el que yo estaba, con el que me sentía eh muy identificado, porque creía que estábamos haciendo algo útil. ¿Cómo se llama el medio? La Joven Cuba. Yo estuve, yo estuve durante, durante, creo que fueron dos años, dos años y tanto, como eh miembro del consejo editorial de La Joven Cuba. Simultáneamente cuando eras profesor de la universidad. Sí, cuando era profesor de la universidad. Eh, era el director Harold Cárdenas, eh el director fundador, que tenía muy poca, muy poca participación, Alina Bárbara López Hernández y yo. Alina era coordinadora y yo era el el editor, el editor web y el que coordinaba el la parte de la parte periodística del medio. Eh, nosotros hicimos un buen trabajo, colocamos el medio en un eh en un centro de debate intelectual que en algún momento nucleó un grupo de personas que todavía tenían un pensamiento reformista y y esto que te decía, pensaban que todavía podía la transición ser desde adentro y que se podía acompañar con cierto pensamiento intelectual y gente que en algún momento todavía era de izquierdas, no sé qué. Gente que actualmente te puedo dar la lista y es gente que se ha que se ha dado cuenta, como todos, porque además los procesos, los procesos personales se viven a la par de procesos sociales y son personas además muy inteligentes y la mayor parte de ellos muy decentes, que creían firmemente en lo que decían en aquel momento, como del mismo modo que creen ahora, y los totalitarismos generan eso, o sea, generan que la gente en sus procesos de de cambio, pues en un momento estén en una posición y en otro momento se radicalicen. Entonces, nosotros estuvimos ahí, hicimos un trabajo intenso y yo creo que bastante exitoso, eh recolocamos el medio en en un sitio. El director en aquel entonces, en honor a la verdad, tengo que decirlo, no tenía prácticamente ningún tipo de de participación, él tenía su vida en Estados Unidos y y el medio lo nosotros éramos los que lo dirigíamos. Era a veces daba alguna opinión, pero no era no era una no tenía una participación. Nosotros teníamos absoluta independencia y libertad. Pero en algún momento, él volvió a ir a Cuba después de muchos años sin ir, porque no tenía papeles en Estados Unidos, cuando agarró los papeles volvió a ir a Cuba, y ahí lo contactó la Seguridad del Estado y lo reactivó. Porque él en algún momento, nosotros no lo sabíamos, o sea, se comentaba pero nosotros no lo sabíamos y de hecho, nosotros pensábamos que no, que era calumnia como tanta gente aquí, le han dicho que es de la Seguridad del Estado a todo el mundo. Eh, pero bueno, la cuestión está en que cuando este hombre va, la Seguridad del Estado lo reactiva y le da la tarea de desarmar el medio, de sacar a Alina del medio, porque Alina se había vuelto una voz muy, según ellos, muy radical, muy crítica, y pues había que sacar a Alina del medio. Ellos no le dijeron que me sacara a mí, le dijeron que que me dejara a mí, que yo sin Alina, eh, yo soy una persona eh moderada, por mi temperamento, soy una persona de carácter moderado, en sentido general, lo cual no significa que mi postura hacia la dictadura sea moderada, es absolutamente frontal, pero bueno, ellos no saben leer ese tipo de sutilezas de carácter, y entonces ellos pensaban que mi moderación de carácter iba a ser una moderación ideológica también respecto a la dictadura cuando no tuviera a Alina al lado, lo cual es no saber ni remotamente leer a una persona. Entonces, este tipo, Harold Cárdenas, que también fue a internacionalizar la revolución y está en Estados Unidos, hace muchos años que ya vive, eh, en el imperio, revuelto y brutal, entonces, este tipo saca a Alina del medio. Cuando Alina se va del medio, yo decidí inmediatamente que me iba también, porque además, yo no tengo nada que hacer en un proyecto que esté dirigido por la Seguridad del Estado, porque su su jefe, su director, tributa a la Seguridad del Estado. A mí, por supuesto, ahí me ¿Pero eso se confirmó? Te lo estoy confirmando yo. Eso sí no está confirmado, te lo confirmo yo. Ya. Porque además me lo dijeron, o sea, yo eso lo sé, no no es, no lo he intuido, es algo que yo sé, porque a mí me mandaron un mensaje a través de una de una amiga. Eh, a mi amiga la llaman a interrogatorio, nosotros habíamos publicado hacía una semana una foto, estábamos despidiendo a una amiga que se iba para Canadá y publicamos una foto, ella y yo juntos. Ella era periodista del Toque, y y yo, había mucho más gente, pero bueno, estábamos nosotros uno al lado del otro y entonces a ella la llaman a interrogatorio y uno de los temas del interrogatorio fue su relación conmigo. „¿Cuál es tu relación con esta persona? No sé qué“. „Ah, somos amigos de la carrera“, pa, pa, pa, toda esta historia. Y entonces ellos le mandan un mensaje, mandan un mensaje para mí con ella. Dicen, „No, nosotros eh, nosotros queremos que Alina Bárbara salga del del medio, Alina Bárbara se va a ir, pero nos gustaría que él, o sea, te lo estoy diciendo textual, que él, que es una persona más moderada, se quede porque él puede eh, digamos que, articular un medio más moderado que pueda servir más para, nada, establecer cierto espacio de diálogo, que a mí por supuesto no me interesaba ni de lejos establecer. Eh, porque además ya en este en este momento en el que te estoy hablando, había sucedido el 11 de julio, estaban los presos políticos, eh nuestro medio hablaba constantemente de eso, como debe ser, del tema de los presos políticos, eh habló del 11 de julio, analizó muchísimo el 11 de julio y cosas así. Yo me reunía constantemente con diplomáticos que además estaban absolutamente descolocados con lo que estaba sucediendo en el país porque sucedía todos los días algo. Eh, entonces, ellos mandaron este mensaje con esta mujer y, además, a mí intentaron enamorarme de todas las formas posibles. En algún momento, después de muchas, de muchas interrogatorios y muchas cosas, ellos me dijeron, „No, usted usted podría ayudar mucho a este país, porque usted, por ejemplo, podría ser asesor de la presidencia, o sea, si usted quisiera, usted podría eh insertarse en el entramado institucional, no sé qué, usted es una persona además muy respetada aquí en la universidad“. Bueno, todas estas cosas que te dicen. Por supuesto, a mí no me interesa para nada, porque yo necesito poder dormir bien todas las noches como duermo. Eh, pero pero ellos son así, o sea, este es el modo en que ellos operan. Y te decía antes de iniciar este esta parte de hablar del medio, que a mí me sucedió algo muy peculiar, que quizás no es la historia del resto de los periodistas, porque yo hasta donde sé, creo que el único medio que ha sido penetrado por la seguridad desde su dirección ha sido La Joven Cuba. Porque, por ejemplo, el Toque, ellos eh violentaron a muchos periodistas del Toque, los regularon, los interrogaron, les robaron incluso, porque les quitaron equipos y demás, pero pero fueron periodistas, o sea, la dirección del Toque siguió, además, la dirección del Toque defendió a sus periodistas en muchísimas ocasiones, los acompañó y demás y demás. En este caso no, en este caso sucedió a la inversa. O sea, la dirección del medio desarmó la estructura que había creado, que había creado, sacó a Alina de del medio y yo yo sí me fui de manera voluntaria, porque yo sí lo yo se lo dije a él, digo, „Mira, yo me voy, aquí no tengo nada que hacer“. Y bueno, conmigo y con Alina se fue, podría yo decirte que el 95% de los colaboradores, de ahí se fue hasta con Diman, y entonces eso es lo que da origen a que nosotros creemos Cuba por Cuba. Nosotros creamos Cuba por Cuba porque existía ya una estructura de eh colaboradores y una estructura además para mantener el flujo de el flujo de un medio y nosotros entonces creamos Cuba por Cuba por eso. Ellos eh, cuando yo, esto sucedió Cuba por Cuba, nosotros salimos al aire en julio, inmediatamente ellos bloquearon la página, lo cual no sucede con La Joven Cuba, que no está bloqueada, por ejemplo. La de Cuba por Cuba la bloquearon a los 21 días de de ponerse en la web en línea. Eso fue en julio, ya yo tenía en aquel entonces la maestría aquí en en Salamanca ya estaba aprobada, ya sabía que venía, estaba haciendo los los trámites finales para venir, y en septiembre de, julio Cuba por Cuba, en septiembre yo me vine para acá para para Salamanca en octubre, y en septiembre ellos eh me llamaron para eh, nada, necesitaban verme, no sé qué, y me hicieron firmar una cosa absurda, estúpida, porque no tiene ningún tipo de validez legal, un que yo escribiera en un papel, lo mismo que escribieron todos los periodistas independientes, eh, que se, esto que en su caso lo publicaban en sus redes sociales, en mi caso yo lo hice en un papel, que decía, por ahí tengo la foto, que decía que yo me comprometía... ellos no me dictaron, evidentemente conocen mucho menos el idioma que yo, yo soy periodista y ellos no. Eh, ellos quizás no saben ni siquiera leer. Eh, y ellos me dijeron, „No, tú escribe, escribe en un papel que tú no te vas a vincular con ningún proyecto contrarrevolucionario que atente contra la revolución ahora que salgas de Cuba“. Eh, y yo escribí que yo me comprometo a no vincularme con ningún proyecto que vaya contra el interés nacional de mi país. Evidentemente, el interés nacional de mi país, lo que va contra el interés nacional de mi país es el Partido Comunista y el gobierno de ellos. O sea, y yo, realmente, mi promesa la mantengo, o sea, yo puedo publicar eso, ese puede ser mi mantra, yo mi promesa la mantengo, yo no me voy a vincular nunca a ningún proyecto que vaya contra el interés nacional de mi país, que en este momento son ellos. Entonces, yo nunca voy a tener nada que ver con ellos, porque, como te acabo de decir hace un momento, tuve ofertas de meterme en su entramado institucional y les dije que no, y les dije que no tajantemente y lo volvería a hacer todas las veces que fuera necesario porque realmente no me interesa ni un poco tener nada que ver con ellos. Entiendo que una transición en Cuba los va a tener que tener en cuenta, lo entiendo perfectamente porque la política funciona desde el pragmatismo y ellos están, de hecho, son la mayor fuerza política de Cuba, porque además tienen todos los recursos y no y a menos que no sé, que mañana llegue un ovni y los abduzca a todos y los ponga en Júpiter, cosa que no creo que vaya a suceder, eh ellos van a tener que ser tenidos en cuenta en un proceso de transición, como fueron en cuenta, como fueron tenidos en cuenta las fuerzas franquistas aquí en España. O sea, una transición, pero una cosa es que sean tenidos en cuenta en un proceso de transición, que es como fueron en cuenta, como fueron tenidos en cuenta las fuerzas franquistas aquí en España, y otra cosa es que yo trabaje con ellos, y mucho menos para ellos. Entonces, eh, más o menos, quizás este fue, esta ha sido el el proceso represivo. El último episodio que que viví con ellos lo viví en diciembre pasado, en diciembre, noviembre, diciembre, final del año pasado, el cónsul de República Checa en el nuevo cónsul de República Checa en La Habana, eh, un muchacho joven, 27 años, eh llegó recién y me me pidió que si yo podía eh enseñarle la ciudad, darle un tour por la ciudad, que no la conocía, que quería ir a algún lugar donde normalmente no se, no son los lugares que visitan los diplomáticos, para salir un poco del Vedado y Miramar, no sé qué. Y yo le dije que sí, que claro, que yo podía hacerlo, que sin ningún problema, que yo le podía mostrar La Habana Vieja y que si quería podíamos coger la lanchita e ir a Regla o a Casa Blanca, a alguno de los dos lugares. Y resulta que nosotros quedamos para vernos en el Capitolio y caminamos desde el Capitolio por por la calle, bajamos hacia, no por Obispo, sino por el otro lado, bajamos por Teniente Rey, después por Amargura y cuando llegamos a la iglesia de eh San Francisco que está en Cuba y Amargura, eh ahí ya teníamos a un agente de la seguridad del Estado. Además, o el tipo era muy malo siguiendo o el tipo quería que supiéramos que estaba. Porque estuvo ahí todo el tiempo. Nosotros seguimos, o sea, nosotros no no variamos para nada el plan que teníamos por eso. De hecho nos sentimos acompañados, no lo invitamos a nada, pero pero nada, nos sentimos acompañados, como que si te roban en La Habana, yo le dije, „Mira, no nos van a robar porque está, tenemos a al tipejo este detrás, ¿no?“. Al guardián. Eh, al guardián. Nosotros después nos nos subimos en la lanchita y nos fuimos hasta Casa Blanca y allá entonces nos apareció otro nuevo, distinto, este sí muy discretamente, con un pulóver rojo chillón. Eh, que que lo veíamos en, estaba en, se veía en la en la caminaba por aquí, por allá y o sea, era muy visible que nos estaba siguiendo. Después de eso, yo esperé su llamada, esperé la llamada de ellos, porque además yo en esta estancia de 7 meses, desde que terminé el máster hasta que vine para acá, yo me reuní con casi todo, por no decir que todo, el cuerpo diplomático allá, más de una vez, porque además con algunos ya incluso tengo una relación de amistad y nos sentamos a tomarnos un café y no y no nos sentamos a hablar de lo malo que es el gobierno, o sea, nos sentamos a hablar de cualquier cosa, porque allá en en Cuba todavía impera un poco la visión esta de que el extranjero es un bicho raro y y si el extranjero además es diplomático, más raro es el bicho, eh pero no, son personas, la mayoría son gente de mi edad y gente joven con quien me senté a conversar. Además, yo nunca me he escondido. O sea, las personas que se esconden para hacer las cosas son la gente que sabe que está haciendo algo mal. Yo, como no tengo nada de que arrepentirme, pues no me escondo para hacer ninguna de esas cosas y yo me sentaba en un bar en La Habana a tomarme un café con ellos sin ningún problema. Yo esperé en algún momento que ellos me llamaran, o sea, que la Seguridad del Estado me llamara para pedirme cuentas por eso y no sucedió. En honor a la verdad, no sucedió. De hecho, yo salí varias veces del país en los siete meses, una de esas veces me fui a Bruselas, visité el Parlamento Europeo, o sea, fui fue a una visita diplomática, además, organizada por la por la propia Unión Europea, que ellos puse además en mis redes, o sea, yo no lo escondí, lo puse en mi LinkedIn está que yo participé en ese programa, que es un programa de visitantes de la Unión Europea, que fue una semana aquí en Bruselas. Yo estuve después, tiempo después en México, eh participando en un programa del Centro Latinoamericano de la no violencia, también, y en ninguno de esos casos fui molestado. No sé si es que no se enteraron, de Bruselas se tienen que haber enterado porque yo lo publiqué, o sea, tienen que ser muy malos para no enterarse. Pero bueno, no sé si es que no se enteraron o no sé, no sé por qué no fui molestado en estos siete meses. Siempre me pareció muy raro que no me molestaran en estos siete meses, no sé a qué se debe. No sé si si realmente no se enteraron, me parece, yo tiendo a no, no me gusta subestimar a nadie. Siempre que subestimas te sorprendes, ¿no? Y no quiero subestimarlos pensando que realmente no se enteraron, pero bueno, no sé, me parece muy extraño que haya sucedido toda esta serie de eventos y que en ningún momento ellos me hayan molestado, pero es la realidad. Desde que yo salí de de Cuba para venir al máster en septiembre, que tampoco volví a firmar un trabajo, realmente, porque yo necesitaba seguir entrando al país, porque tengo familiares, yo desaparecí completamente de los medios, o sea, no escribí más, no di entrevistas, no hice más nada. Eh, y yo no he sido molestado hasta bueno, más que esta este pequeño episodio casi cómico por ridículo eh con el cónsul de de República Checa en La Habana, Daniel Sedlák, eh que fue, no sé, en diciembre, noviembre, diciembre, fue después del desayuno que da tradicionalmente la embajada de República Checa en por el Día de los Derechos Humanos, ellos tradicionalmente dan un desayuno, después de ese desayuno fue que sucedió esto.

Entrevistadora: (35:34) ¿Cómo evalúa usted el presente y futuro de Cuba ya desde una mirada de, bueno, desde la migración?

Entrevistado: (35:43) Absolutamente oscuro, porque el presente es, el presente no puede ser más oscuro, aunque en esto me equivoco y sí puede serlo, y cada vez que nosotros pensamos que la situación del país no se puede deteriorar más, se deteriora más. O sea, siempre vuelve, siempre se hace peor. Eh, decía un un amigo, como como decía una frase de una serie cómica española, que „en el sótano de su fracaso siempre hay un piso más“. Y es así, en el sótano de su depauperación como sistema, siempre hay un piso más. En este momento la situación de Cuba es terrible. Yo he venido hace dos meses de allá, tengo mi familia allá. Eh, yo me fui de Cuba con un apagón de 14 horas, y esa ha sido la media, esa ha sido la norma desde que desde que me he ido. Además de que hubo un colapso hace poco, pero los los el apagón es quizás, eh quizás se se subestima la lo que es el apagón. O sea, el apagón representa una absoluta involución a un estadio muy anterior de desarrollo humano. O sea, cuando usted se pasa 14 horas sin electricidad, lo cual implica en la mayor parte de los casos que se pasa también 14 horas sin acceso a internet, es casi casi que vuelve a la caverna, porque además también eh en el país no hay gas para cocinar, entonces la gente ha tenido que recurrir nuevamente a cocinar con carbón, a cocinar con leña, lo cual, cuando te pones a mirar, es un salto civilizatorio hacia atrás gigantesco. Entonces, estamos el país está volviendo a, no sé, diría que al siglo XIX, pero creo que tampoco, porque además esta esta miseria económica generalizada y sostenida durante tanto tiempo se ha también manifestado en una miseria espiritual que es muy notable. Eh, un empobrecimiento espiritual. Eh que por ejemplo tiene una de sus vertientes más preocupantes en la terrible ola de violencia, porque una cosa es cierta delincuencia que hasta cierto punto uno puede explicar, o sea, uno puede, aún cuando eso no la justifica evidentemente, pero uno puede entender que las personas eh, no sé, entren y se roben en una casa dinero, entren y se roben una moto, o sea, esas cosas se entienden porque detrás de eso hay un móvil económico. Se entiende, no se justifica evidentemente, pero se entiende. Pero en Cuba no solo estamos asistiendo a eso, en Cuba estamos asistiendo a una espiral de violencia por violencia. O sea, yo recuerdo, por ejemplo, por ponerte un ejemplo, recuerdo la historia de un señor que era eh guardia en una iglesia en algún lugar del centro del país, no recuerdo si es en Sancti Spíritus, y le cayeron a golpes al punto de casi matarlo por robarle una gorra. O sea, esa esa violencia no es violencia con con un fin económico, o sea, no le está robando una moto que vale dinero, no le está robando una joya, le está robando una gorra a un anciano. Entonces, es una violencia que además tiene una explicación, porque el, la violencia es un triángulo, o sea, la violencia cultural, sistémica y la violencia física, y el sistema en Cuba está montado sobre bases violentas, y eso se ve además en el discurso, por ejemplo, de los medios de comunicación. Entonces, eso legitima la violencia como una vía para que tú obtengas cosas. O sea, si el Estado, que es el que debe ser garante de la paz eh social, el que debe cumplir las leyes y hacerlas cumplir, de pronto es violento contra quien sencillamente, no sé, se queja por por un apagón, se queja porque no tiene comida, bueno, ¿por qué no voy a ser violento yo? Entonces, en cuanto a mi proyección del de futuro, lamentablemente yo no soy optimista, o sea, quisiera serlo, eh hago a veces un esfuerzo por serlo. Hay cosas que veo que me permiten ser optimista, por ejemplo, a mí me llenó de optimismo, algo que terminó mal, pero que me llenó de optimismo, que es la tremenda ola de solidaridad en torno al caso del niño Damir para para llevárselo a Estados Unidos, un niño que lamentablemente falleció. Pero esa es la historia, por ejemplo, de la niña Amanda que está aquí en Madrid, que gracias a Dios su proceso fue exitoso y está bien, goza de buena salud. Pero ese es también el caso de un profesor en algún lugar del centro del país el otro día, a quien sus alumnos le han comprado una viviendaporque estaba en situación de absoluta miseria. Entonces, este tipo de cosas me demuestra que todavía en algunos lugares, en algunos espacios de la gente, queda eh no sé, como cierto oasis espiritual que podría servir para reconstruir el país. Por otro lado, también me me esperanza el hecho de pensar que dentro de Cuba queda gente que cada vez más se da cuenta de que hay que hacer algo y que hay que actuar como ciudadanos y no como súbditos, porque el haber delegado la función política en otras personas que supuestamente eran las que sabían, nos ha llevado a esto. O sea, Cuba tiene una historia muy compleja en cuestiones de democracia, o sea, una una república que duró del 2 al 59 y tuvo dos dictaduras en toda regla y un montón de gobiernos que no eran precisamente democráticos, y después una dictadura desde los 60 hasta hoy. Es un país que realmente necesita aprender mucho para construirse democráticamente. Yo creo que dentro de Cuba hay gente que está consciente de eso, yo creo que dentro de Cuba todavía queda esa dulzura que es inherente al cubano, que siempre se ha dicho, sí, de la solidaridad y no sé qué, es es como una dulzura en el en el trato, en la convivencia, que lamentablemente cada vez retrocede más y cada vez es más raro encontrar ese tipo de de actos, pero todavía existe. Y también me esperanza el hecho de pensar que en la diáspora hay gente que se ha preparado, que sabe cómo funciona el mundo democrático y que está dispuesta además a hacer. También en la diáspora hay mucha gente que sustituyó a Fidel por Trump. Yo no tengo ningún problema en que la gente milite a favor de Trump, o sea, la gente puede militar a favor de lo que sea. Yo lo que tengo siempre voy a tener un problema es que la gente sea fanática. Me da igual de lo que sea fanático. O sea, los fanatismos son siempre negativos. O sea, no no es porque seas fanático de Trump, a Biden o a Obama, el fanatismo es siempre negativo, porque el fanatismo es acrítico, y el acriticismo no va con el ejercicio activo de la ciudadanía, porque para ser ciudadano uno necesita ser un ente crítico. Y tú puedes, te puede agradar un líder y no te tiene que agradar todo lo que el líder hace, y tú debes ser un ser pensante y los los procesos de los últimos tiempos en eh de parte de la comunidad cubana en en la diáspora, lamentablemente, en la diáspora de Estados Unidos, que es además, digamos que, el exilio histórico tradicional, eh demuestran que realmente aquellos polvos trajeron estos lodos, o sea, es la, ayer o anteayer leía un texto que que me parecía muy muy bueno, „vivir en un ambiente de libertad no es ser libre“. O sea, la libertad es una condición, es una condición, digamos que, más interior, incluso puede haber presos que son libres y puede haber personas que viven en un país de libertad, como puede ser Europa, eh o Estados Unidos y no son libres, porque además reproducen eh, reproducen estructuras mentales autoritarias y eso es un gran problema para nosotros. La persona que piensa diferente a ti no es tu enemigo y no hay que eliminarlo y no hay que sacarlo del país, esa persona no sobra y a esa persona no la queremos, no la necesitamos, como la frase infame de Fidel Castro, que para mí es una de las frases más infames que puede decir un líder político en los 80 la dijo. Esa esa frase está muy profundo en el corazón de una parte de los cubanos. Yo espero, yo deseo que eso cambie, no sé si si lo espero. No sé. Yo sé que hay mucho trabajo porque la miseria económica se resuelve con eh dinero. La miseria espiritual se reconstruye difícilmente. O sea, la miseria espiritual es una cosa que se reconstruye con mucho trabajo, con mucha inteligencia y con mucha mesura. No sé si tengamos eso. Lo espero y lo deseo. Sería muy triste que no lo lográramos, pero bueno, la historia lo dirá.

Entrevistadora: (46:27) Así es. Bueno, ya por último, José Manuel, preguntarte que qué fue lo que te animó a participar en el proyecto Memory of Nations.

Entrevistado: (46:37) Yo, como te dije en algún momento anterior, soy un tipo naturalmente discreto, incluso algunos de mis amigos me dicen que soy un poco misterioso y puede que tengan razón, pero yo creo que es válido que la gente conozca los testimonios, y por ejemplo, testimonios como el mío, que no he recibido, no he sido eh reprimido de forma extrema, no sé, no no no tengo, por ejemplo, las historias que puede tener José Daniel Ferrer, por poner un ejemplo, o o Luis Manuel Otero Alcántara o Maykel Osorbo, o gente incluso que no ha estado presa, como puede ser, por ejemplo, la propia Alina Bárbara López Hernández, que no por ser mujer o no por ser una persona de 60 años, eh hace hace unos meses una una eh una represora de la policía la la golpeó y la dejó muy mal. O sea, no yo no tengo ese tipo de de historia, pero yo creo que es importante también que se sepa que existen otras historias, porque al final yo me niego a relativizar ciertas cosas. El mal no es relativo, o sea, el mal es mal y y la la violencia es violencia, lo que tiene distintas caras. O sea, cuando una persona que es violenta con su pareja, uno que golpea a su pareja con con la mano y otro que lo golpea con un palo, con lo golpea con un hierro y otro que sencillamente es agresivo verbalmente. No sé, ese mal no se relativiza, eso son tres formas de violencia, ciertamente una hace más más daño en el cuerpo, otra hace más daño en el alma, todas hacen daño en sentido general. Entonces, yo creo que el mal no se relativiza, eh la violencia y la represión no se debe relativizar. Evidentemente tiene grados que van desde desde el grado normal que viven todos los ciudadanos de Cuba, porque todos los ciudadanos de Cuba, aún el que no ha... es es un acto represivo y un acto violento el hecho de que cualquier ciudadano cubano cuando habla y da una opinión política, diga, „No, porque eso es lo que yo creo, eso es lo que yo creo y y yo quiero que me lo respeten“, y mire y mire dos veces hacia atrás. ¿Por qué mira dos veces hacia atrás? Aquí cualquier español puede decir lo que piensa de Pedro Sánchez, lo dice constantemente y nadie mira, o sea, porque nadie nadie espera que otro lo juzgue por eso o que venga un policía a decirle algo, que que está diciendo algo que es ilegal. Entonces, el hecho de que el cubano tenga en su en su disco duro, en su ADN, esto de mirar dos veces hacia atrás antes de dar una opinión política, ya eso es en sí mismo un acto un acto violento que la gente tiene incorporado. Entonces, en en Cuba existe ese acto de ese eh reflejo a la represión, que digamos que es básico, y existe el extremo que son los que conocemos y bueno, y otros más extremos de personas que han sido directamente asesinadas por la dictadura, que son casos que se conocen y otros que no se conocen que espero que conozcamos en algún momento. Entonces, yo creo que es importante que se sepa eso, sobre todo en un momento en el que la democracia está tan amenazada en el mundo, porque lo que sucede es que no se no se es muy difícil valorar eh lo que parece normal, o sea, y lo que es cotidiano. Cuando siempre siempre se dice y pues parece manido que uno valora las cosas cuando las pierde. Valora las cosas, y el valor el valor que tiene la salud es que es porque existe la enfermedad. O sea, si la enfermedad no existe, tú no sabrías valorar el sentirte bien. O sea, tú te sientes bien, tú tienes salud, pero sabes que existe un antagonista que es la enfermedad. Entonces, nosotros que venimos de estos entornos de de dictadura, de represión, de violencia de Estado, eh, las personas que están aquí no saben lo que tienen y no saben lo importante que es ser sujetos políticos y entenderse como sujetos políticos y participar de la política, de la manera que sea, aunque sea votando, votando pero de manera informada, porque hay personas que emiten emiten votos porque, no sé, recuerdo por ejemplo, cierta vez que estuve en una reunión con unos amigos en México y algunos me decían, y algunas, una amiga me decía, „Yo voté por Peña Nieto porque se veía muy bien, era muy bonito“. O sea, eso eso no es un ejercicio de ciudadanía, eso no es nada, eso es una imbecilidad. Esa persona, esa persona va durante seis años a dirigir procesos que van a influir directamente en tu vida. ¿Cómo tú vas a votar por él porque es bonito? Y lamentablemente así así sucede. Por supuesto, lo que acabo de pintar es una caricatura. Entonces, yo creo que la gente que vive en democracia tiene que saber lo que implica vivir en dictadura para poder valorar realmente lo que tiene. Y esa es, yo creo que mi principal motivación para participar en este y en cualquier otro programa que tenga objetivos similares.

Entrevistadora: (51:41) Muy bien, pues muchas gracias.

 

 

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